Saca el Cuerpo Confinado por Les Empiricxs*



Hola Empiricxs, que tal?

Todes: Todo bien Gracias.

Decidme que estáis haciendo actualmente?

M: Estamos en confinamiento debido a la epidemia de coronavirus. Mientras yo estoy en
mi casa en Toulouse. Aprendiendo mediante percepciones nuevas, no sé les otres?

C: Yo en Granada estoy bailando (y todo lo que ello implica: reflexionando, vivenciando,
experimentando…) todo lo que puedo: formando parte de diferentes compañías, de
proyectos colectivos y de mi propio proyecto, y dando clases. Tras finalizar el grado
superior de danza en el CSD del Institut del Teatre, me encuentro enfrentándome a lo que
hoy es el mundo a través de mi danza. Bailo, reflexiono, viajo, absorbo, interpreto y
propongo mi manera de pensar la danza.

B: (Ríe), Yo en Hospitalet mas bien recientemente he descubierto el agua tibia, sí he
descubierto el agua tibia desde un acercamiento a una técnica en concreto: el Flamenco.
Me remito a esto porque para mí el actualmente, es el tiempo presente. Es así que
después de dos años de inmersión a una técnica en la cual no me imaginaba el poder
ejecutarla, me sorprendo de verme a mí mismo totalmente inmerso.

R: Yo en Barcelona más bien por ahora estoy estudiando el Flamenco tradicional, y
paralelamente voy poco a poco encontrando mi ‘lenguaje’ mezclando todo mi bagaje con
el Flamenco.

L: Yo ahora en Galicia me pasa que estoy acabando mi Grado en coreografía de la danza.
Intentando encontrar mi lenguaje corporal y la manera en la que se desarrolla mi acto
coreográfico. Estoy bailando mucho como Carmen. Estoy disfrutando mientras bailo.
Estoy buscándome, yo como persona y como artista.

K: Yo me vine a Valladolid, y estoy terminando la carrera de Interpretación y coreografía
en el Institut del Teatre. Paralelamente doy clases de danza e improvisación, lo cual me
llena de alegría, doy clases de pilates en suelo y con máquinas a perfiles muy variados, lo
cual me enseña cada día y continúo una investigación de improvisación no solo desde el
laboratorio de flamenco dirigido por Juan Carlos Lérida sino con nuestro colectivo Les
Epmíricxs a través de un dispositivo escénico que se llama “Saca el cuerpo a pasear”.

Pero vosotrxs sois unxs bailarinxs que provienen de una formación académica, que
es la forma más depurada de hacer danza. ¿Porqué hacer un flamenco empírico?.

K: A mitad de la carrera tuve una crisis de identidad. Sucede que a veces tu background o
los resultados no son los esperados en una institución, que la experiencia te juega en
contra en lugar de a favor, así que decidí navegar hacia el aprendizaje del flamenco de la
mano de Juan Carlos Lérida. No tenía nada que perder, yo literalmente “no sabía nada”
acerca del flamenco y pude volcar lo que sí sabía para incorporar nuevos y renovados
conocimientos. Esto me dio el entusiasmo y valor que necesitaba para continuar la
carrera.

M: En mi caso por que permite aprender desde la práctica, practicar desde la observación
e improvisar. Es el lugar desde el cual se pueden reunir los conocimientos prácticos y
teóricos de mi flamenco.

R: Yo diría también por que me permite romper con los esquemas políticos y socialmente
acordados del Flamenco, y viajo por un universo donde yo elijo “qué es Flamenco”.

L: ¿Y por qué no?. Es decir, creo que mi interés en este campo va intrínsecamente ligado
a mi personalidad, mi forma der ser y a los motores que me mueven en la vida en general.
Me considero una persona muy curiosa adicta a la adrenalina que supone descubrir y
trabajar sobre aspectos que no “existen” o que me permiten hacer conexiones que hasta
el momento no habían aparecido por delante de mis ojos. Ya el hecho de repensar o
replantear aspectos ya conocidos me parece toda una emocionante odisea digna en la
que aventurarse. Por otro lado, pienso que, el hecho mismo de abrir o formar parte de
prácticas como ésta, ayuda a ablandar estas duras y ancladas perspectivas morales
sobre lo que se establece como válido o no válido. En realidad, nadie puede detener el
proceso de actualización, pues el tiempo es más fuerte que cualquier otra cosa, incluso
que el amor. Aquellos que se aferran en la “inmovilidad” no se dan cuenta, (o no quieren)
de que el tiempo del mundo avanza, cambia constantemente, y que la mente y las
perspectivas humanas evolucionan, y esto es algo ineluctable. Por mucho que se
pretenda, las nuevas generaciones tienen el derecho y el poder de cuestionarse todo lo
existente. Y todo aquello que lo niegue, son, desde mi opinión, intenciones morales, que
no dejan de ser constructos elaborados por el ser humano basados en el miedo a lo
desconocido.

C: Concuerdo con Lara y Meritxell, por ejemplo mi formación proviene de danza clásica,
danza española y flamenco. A lo largo de mi trayectoria me he ido acercando a otras
visiones de la danza sintiéndome atraída por toda visión contemporánea de la danza y del
arte. He compaginado en mí misma y en mi cuerpo, una percepción tradicional y
contemporánea del arte, llevando a cabo una propuesta de hibridación que me define en
mi manera de entender la danza. Con mi llegada a Barcelona, a través de Juan Carlos
Lérida y de mis compañerxs del colectivo Les Empiricxs, conocí el flamenco empíricx con
el que poco a poco me fui identificando. Un flamenco que parte del presente, que
abandona todo lastre del pasado, para descubrir y experimentar la vibración del flamenco
desde parámetros de investigación. Un flamenco que se cuestiona a sí mismo, que todo el
tiempo fluctúa y que nunca se paraliza pues está en constante transformación. Un
flamenco que irradia posibilidades, que amplía sus propios recorridos, que abre el espacio
escénico y el espacio de investigación para reflexionar a través del cuerpo sus más
escondidos misterios. Un flamenco que me permite enfrentarme con el mundo en las
diferentes coyunturas a las que me enfrento en mi día a día: bailarina, alumna, profesora,
coreógrafa.

B: Bueno yo creo que hay muchas explicaciones, entre las que primeramente podemos
considerar nuestra suerte de haber tenido un guía excepcional como Juan Carlos Lérida,
la segunda en que el flamenco ha logrado conectar con nuestra parte intuitiva y emocional
de cada personalidad, una tercera, donde coincido con Raúl, porque rompe con los
paradigmas ortodoxos sobre a que cuerpos se les permite bailar flamenco (solo a los
cuerpos españoles), pero como sabes Karen es argentina y yo mexicano, y la cuarta y
última razón es porque el flamenco hace ruido.

Lo último parece interesante. ¿El flamenco hace ruido?. Yo tenía otra idea
completamente diferente donde la maestría de los bailadorxs, músicxs y cantaorxs
creaban una armoniosa composición y que además esta composición tradicional
está sujeta a estrictos cánones artísticos.

R: El flamenco hace ruido, si. Hace ruido por que nace de una pequeña llama interna que
se conecta y enciende con el espacio, la cual tu decides si quieres que explote y llegue a
su punto mas culminante o se mantenga bajita pero presente y sabiendo que eso también
hace ruido.

L: Considero que el flamenco es en sí ruido, y en consecuencia también lo hace. Y lo
hace en muchos y diversos aspectos. En su vertiente más literal, el ruido no deja de ser
un sonido fuerte que no se identifica ni con la voz humana, ni con la música. Si el
flamenco no fuese o no produjese ruido, no habría tanto empeño en sonorizar las aulas de
ensayo. Pero para mí, el calificarlo como ruido, no adquiere un matiz negativo,
simplemente describe una parte de su naturaleza. Por la parte más metafórica, también
se dice que algo hace ruido cuando llama la atención o cuando denota efervescencia. Y
creo que en este aspecto el flamenco siempre ha hecho mucho ruido, y ahora empieza a
hacerlo más que nunca.

C: Personalmente debido a mi procedencia y a mi formación, conozco (y me gusta) la
tradición y los códigos del flamenco. Es muy bello y armonioso ver y formar parte de tan
genial composición. Gracias al flamenco empírico, he podido comprender que el flamenco
también es algo más ancestral, más bruto. Es puro ruido y vibración que sale por los
poros de la piel para colocar al cuerpo en un estado de permeabilidad en el que
atravesado por el pulso, se expande por el espacio y conquista el Universo. El flamenco
hace ruido, el flamenco quiere ser escuchado y quiere comunicar sus más profundos
secretos. Este ruido puede ser visible: taconeo, vibración…; y también invisible: el silencio
es la manera más fuerte de hacer ruido. Quizás, me identifico con el flamenco porque
quiero hacer ruido, porque quiero sentirme escuchada, y quiero vibrar en sintonía a
elementos de la tradición que me han rodeado durante mi camino.

M: El flamenco se oye y se escucha, para mi sería un ruido muy ordenado.

K: Bueno hay de todo, hoy en día (hasta yo misma bailando en un escenario con zapatos
de flamenco) esto es la pos-posmodernidad!. La ventaja de la ignorancia (quizá la única
que tiene), es que, si lo haces desde la frontera, sabiendo (con lo cual ya sabes que en
verdad eres una hereje y que no hay inocencia de tu parte) de que lo que estás haciendo
no es flamenco tradicional sino un híbrido propio del mestizaje. Entonces solo puedes
enriquecerte del aprendizaje, ¿si te crees que sabes todo cómo puedes seguir
aprendiendo?. Descubriendo lo que no sabes puedes ser más selectiva, descubrir tus
intereses y seguir investigando, Y el aprendizaje entonces no tiene límites! Además es
una herramienta más, de pronto estás utilizando los zapatos como utilizas un sintetizador
de frecuencia. Yo, como la Rosalía (Ríe), utilizo algunos signos de flamenco porque me
conecta con algo muy primitivo que es una sensación que en danza contemporánea
sentía un poco disuelta.

B: En efecto, tienes toda la razón el flamenco tradicional, el que es comúnmente
enseñado, comercializado y aprendido es así y las instituciones y los conservatorios son
los encargados de mantener ésta consigna. Es un canon artístico muy estricto y preciso.
Pero para mi el flamenco, me ha dado la posibilidad de descubrir la manifestación de mi
cuerpo. En un sentido estricto y durante “Saca el cuerpo a pasear” he descubierto la razón
por la cual me he sentido atraído al flamenco, y no es su complejo campo artístico, es en
pocas palabras el “zapateado”. En el zapateado he encontrado algo que en mi formación
académica se me había negado: el ruido. En el ballet clásico y el contemporáneo como
danzas occidentales o lideradas por Europa y Norte América buscan la tecnificación de
los cuerpos, ya sea el ballet clásico por medio de complejos sistemas o en el caso de la
danza contemporánea argumentando su “neutralidad” de movimiento, aspectos a los
cuales me he sometido, y que anulaban mi espontaneidad.

¿Pueden explicar qué extraéis del zapateado?

L: Ritmos. Fuerza. Perseverancia. Repetición. Empuje. Sonidos. Choque. Rebote.
Impedimento. Ansia. Chispa. Ruido.

R: Extraigo la sensación de sentir como enraízo y conecto con la tierra. El mismo “golpe”
al zapatear me rebota por dentro y me remueve, queriendo así componer y jugar con el
espacio/tiempo que me rodea.

B: En el zapateado he podido encontrar un movimiento o una acción que detona algo en
mi. He podido identificar que en mi práctica flamenca lo que es lo que me ha enganchado
a ella, y encontré que es el zapateado y sus consecuencias. El zapateado para mi, como
bailarín es un trasgredir las reglas de lo occidental haciendo ruido. Ese ruido me ha
reflejado información, es como un telegrama abstracto que no puedo descifrar, que envía
un mensaje al espacio a través de mi cuerpo y que vuelve a mí mismo. De tal manera que
me he puesto a probar que el zapatear produce en mi cuerpo una energía de expulsión.
En pocas palabras para mi el zapateado me conecta en diferentes niveles, tanto el
kinético, el perceptivo, el somático, el social, el artístico y también en lo político.

M: Yo estoy intentando encontrar mi propio zapateado, y extraer de él algo de mí. Esto
está empezando a surgir, y cuando surge siento que estoy tomando la palabra a través de
él, precisando mi intención.

C: Cuando estoy rodeada de artistas del flamenco tradicional no me gusta zapatear. Me
siento insegura y esclavizada a través del compás. Intento ser prudente y no zapatear
fuera de las normas y de los cánones para no llamar mucho la atención. Pero desde que
me relaciono con el flamenco empíricx todo esto se ha transformado. Ahora concibo que
todo mi cuerpo suena y todo mi cuerpo puede zapatear. Para mí, la percusión (sonora o
no) es una manera de resaltar, de subrayar, de acentuar un momento, un elemento que
está pasando en presente. Con el zapateado hago constancia de mi implicación corporal
en relación al flamenco en ese momento. El zapateado es una composición instantánea
que permite enriquecer rítmicamente y, a la vez, permite desfogar al cuerpo su deseo de
añadir, enriquecer y proponer al instante flamenco.

K: Pues justamente eso es una de las cosas que me da un subidón indescriptible a la
hora de sonar: que estás en interacción constante con el flujo de dentro y de fuera. Lo que
suena mueve el espacio interno reverberando en lo externo, y si estás receptiva te lo
devuelve amplificado. También extraigo el ejercicio de tener que sobreponerme al terror, a
la vergüenza y a la frustración de no saber hacer eso que hacen los que no suenan sino
los que dominan la técnica, pero eso me hizo más fuerte y más empoderada.

Bien, ¿pero no creéis que puede existir el problema de la apropiación cultural?.

L: La apropiación cultural es una cuestión complicada y subjetiva. Porque muchas veces
cuando utilizamos el término apropiación cultural, ¿De qué estamos hablando? ¿De
apropiación, de apreciación o de intercambio cultural?. Se entiende por apropiación
cultural cuando una cultura mayoritaria toma elementos o prácticas de una cultura
minoritaria por las cuales esa cultura ha sido perseguida o marginada a lo largo de la
historia. El problema surge cuando se toman elementos de otras culturas y se
descontextualizan, se desproveen de todo significado y se utilizan con fines comerciales.
Y nosotrxs con esta práctica no estamos atentando contra ninguno de ellos. Por otra
parte, también me gustaría destacar que el flamenco es hijo mestizo de un maridaje
cultural (danzas gaditanas, tartesas, armenias, persas, judías, africanas, caribeñas y
gitanas…) por lo que me resulta cuanto menos paradójico la intransigencia hacia la
mezcla cuando aquello que se defiende existe gracias, precisamente a la contaminación
de elementos proveniente de otras culturas. Lo que a su vez nos revela que lo que se
considera de una etnia en concreto, nos pertenecería a muchos más. El monopolio de los
valores artísticos no deja de ser un acto fascista.

R: Yo creo que podría, si te quedas en lo básico y estético del flamenco. Pero si decides
abrir la mirada y ir más allá, a lo esencial, puedes ver que finalmente nuestra práctica no
va mucho más lejos que lo que hacían aquellas familias en los patios de su casa.
Evadirse, comunicarse y conectar con sus familiares a través de sus “danzas”.

M: Mmmm…yo no califico mi baile como flamenco, así que no considero que pueda
haber apropiación. Ahora si otra persona cualifica lo que propongo de flamenco y añade
que es apropiación cultural, no lo sé. Yo intento bailar la que soy, y si en ese espacio
surge algo relacionado con el flamenco, pues dejaré que ocurra. Espero que nadie se
sienta desposeído de algo por ello.

K: ¿De parte de los flamencos tradicionales?. Bueno, ese es el problema de los
tradicionalistas, como los nacionalistas. ¿Qué se creen que ellos inventaron el mundo y
que ese mundo es intocable?, pues con todo el ruido de mis pies les digo: no se olviden
que la vida va de ida y de vuelta!. Yo no puedo ser tan hipócrita de decir que bailo
flamenco, ni ponerme a dar clases de flamenco tradicional, porque sería como un plagio
mal hecho (ríe), lo que puedo saber es que humildemente, los lenguajes son medios no
fines y si eso me hace mejor artista, bienvenido sea.

C: Lo que considero es que el flamenco no pertenece a nadie y a la vez, pertenece a toda
la humanidad. A lo largo de la historia, el flamenco se ha apropiado de muchísimas
culturas que lo han enriquecido sobremanera y lo han hecho ser lo que hoy es. El
flamenco es impuro y verdadero. El flamenco es el que se ha apropiado de las culturas.
No concibo ese problema.

B: Como menciona Lara, hemos sido cuidadosxs en ese aspecto, primero porque hemos
realizado un estudio de este campo artístico no solo desde de la práctica, sino también
desde la antropología, la historia, la sociología y la filosofía. Y claro que directamente se
nos puede acusar de apropiación cultural, pero si vamos al desarrollo y a la concreción
del flamenco como danza, encontraremos muchos aspectos que la han instrumentalizado,
tales como la apropiación misma de la blanquitud fascista durante la época de Franco, la
importación de una danza elaborada por exiliados como identidad nacional y por último la
titularidad de la Organización de Naciones Unidas, estableciendo al flamenco como un
patrimonio inmaterial indestructible. Ahora como concepto estricto, no estamos lucrando
con el flamenco, más bien, nos remontamos a un concepto básico y hemos buscado
compartir nuestra experienciación con otros bailadores de flamenco.

Saca el cuerpo a pasear, ¿qué es?.

M: Para mi es un espacio justamente donde intento que el pensamiento o los esquemas
aprendidos no limiten el movimiento. Un espacio donde desobedecer al flamenco
aprendido para dejarle expresarse mejor, darle la oportunidad de ser.

C: Es una reflexión en el presente sobre el repertorio y sobre el flamenco desde una
visión contemporánea. Es un espacio en el que vivenciar y experimentar a través del
cuerpo los elementos del repertorio y del flamenco para cuestionar constantemente sus
límites y, al mismo tiempo, ampliar sus posibilidades. Es una experiencia compartida en
grupo, en la que estudiamos, investigamos y transformamos elementos alrededor del
flamenco desde una fuerte y comprometida implicación del cuerpo. Es un estar vibrante y
despierto que nos permite traspasar lo conocido para adentrarnos en lo desconocido del
flamenco. Es un re-descubrir el flamenco a través del cuerpo en sintonía con los cuerpos
de mis compañeros. El enriquecimiento de esta experiencia es infinito.

R: Es una práctica/dispositivo donde tú decides cuando quieres ‘sacar a pasear tu cuerpo’
en relación con el pulso y tus compañerxs.

L: Desde mi experiencia, que ha sido rápida e intensa. En la cual me he tenido que meter
cual, zambullido en la piscina, puedo decir que para mí ha supuesto el observar el cuerpo
de Belén Maya e intentar adquirir algunas de sus formas, de su presencia, de su ritmo, de
su temple, de su silencio, de su energía… en mi cuerpo. Para mí, no se trata de copiar,
sino de dejarse inspirar. De abrir los receptores para captar información y ver como esta
repercute en mi hacer.

K: Empíricamente, simbólicamente, socialmente, artísticamente. Es la manifestación de
un colectivo híbrido.

B: Para mi es un acercamiento a estas experiencias (kinéticas, perceptivas, somáticas y
políticas), que me brinda el hibridismo. Sacar el cuerpo, para mi no es mostrarlo, es
llevarlo a transitar por todo aquello que me produce el zapateado con su circulación
arterial y su ruido, pero el encontrarme con este sentido de expulsar, y que se han
desplegado otras cosas más como consecuencia. En términos fisiológicos para completar
la circulación sanguínea debe haber el retorno venosos, o la circulación venosa que es
aquella que nos trae o recoge todas las toxinas al corazón para volver a oxigenar nuestra
sangre. Es así, que al ir integrando ese recogimiento voy descubriendo movimientos en
espiral que buscan un epicentro, que traen el espacio y el cuerpo hacia adentro. La
espiral, será uno de los principios que me ha ayudado a poder equilibrar el efecto del
zapateado en mi cuerpo, y el flamenco tiene muchas espirales (pero no solo el flamenco).
Mi acto de memoria académica en el ballet clásico con el épaulement y la espiral del
graham han venido a mi cuerpo permitiendo que mi cuerpo sea híbrido. Estoy jugando
con los patrones estéticos que han colonizado mi cuerpo y busco hackearlos, busco jugar
con ellos. En pocas palabras “ Saca a cuerpo a pasear” se vuelve una experiencia, se
vuelve una danza como resultado, no una danza como producto. Para que esto suceda
partimos de formular una práctica antecedente que denominamos “código abierto”.

¿Cómo es un código abierto? ¿Qué es?. Creo nos estáis haciendo un poco de lío.

K: Un código abierto parte de un código cerrado, es como un abanico. Partes por ejemplo
de un pulso que se subdivide: tiempo normal y de este o doblas en velocidad o reduces
un tiempo. Y con esto ya puedes improvisar ritmos.

M: Es entrar en algo que esta ahí siempre, solo que con consciencia. Tomar consciencia
del “todo” y del “detalle”. A escala microscópica y macroscópica al mismo tiempo, el
sistema solar y el átomo, la pulsación y el ritmo.

L: Un código abierto es un juego. Es una escucha grupal. Un juego en donde el ritmo
percutido es la meta, y todas sus posibles variaciones y los silencios la carrera.

R: Se torna una composición libre e instantánea que parte de la construcción de un pulso
común, en el que tu luego puedes decidir moverte y jugar con el a través de lo que
propones tu o tus compañerxs. Sabiendo que siempre vas a estar ‘respaldado’ por ese
pulso común creado al principio y que te de libertad para volar.

C: En pocas palabras, el código abierto es una destilación de los códigos del zapateado
tradicional que nos permite enfrentarnos al pulso y zapatearlo a través de una estructura
abierta que amplía las posibilidades rítmicas dejando atrás la esclavitud del compás.

B: Si, lo sé es un poco de lío (ríe). Porque en realidad ¿cómo es que empieza todo?. Si
recuerdas lo que hemos mencionado, lo que nos ha producido el zapateado; entonces
nos olvidamos de los ritmos, las guitarras, los cantaores y componemos. El zapateado
produce un telegrama, produce un pulso. Agregaría que probamos todo esto en silencio,
con música y conocimos que podemos coexistir con el espacio y la música, y no solo el
obedecerla.

La relación entre música y danza siempre ha sido compleja, mientras que el ballet
clásico y las danzas folclóricas se apoyan en ellas, la danza posmoderna se
emancipa de ella. ¿Crees que en este proyecto coexisten con ella?, ¿De que
manera?.

L: Si. Coexisto con ella porque también creo que el flamenco lo hace. Es decir, una de los
fundamentos, al menos para mí, del propio flamenco es que tiene la capacidad de bailar y
hacer sonar lo que baila al mismo tiempo. Y en esta práctica tiene alguna parte donde es
claro que componemos música y cuerpo ipso facto, poniéndole además todo el peso y la
relevancia en este hecho.

M: Mi interés va hacia coexistir con ella, a veces siento que me acerco a ello, otras me
sitúo (sin buscarlo) en una relación mas “tradicional”. Siento que me cuesta coexistir con
una música grabada mas que con una música en directo. Mayoritariamente me sitúo por
detrás de la música cuando es grabada.

R: Totalmente. Por eso me vibra tanto. Por que lo que creamos y construimos en nuestras
practicas y dispositivos esta lleno de ambas, tanto de música como de movimiento, ya que
las entrelazamos siempre. Y eso me lleva a un estado de plenitud y consciencia
corporal/espacial muy completa.

K: Coexistimos y navegamos dentro del pulso, del ritmo, de la música y de la musicalidad
que estas combinaciones generan entre sí. Es un dentro-fuera constante dentro fuera del
cuerpo, dentro fuera del espacio escénico, dentro fuera de la música, dentro fuera del
pulso... al tener los zapatos como un instrumento más también estás generando una base
sonora hacia el espacio interno y externo. Como con algunos movimientos que son muy
percutivos en el espacio.

C: Para mí, en este proyecto la música y la danza coexisten de una manera clara y
particular. Primero, se activa el cuerpo, su espacio y su pulso. El cuerpo es atravesado
por los parámetros del flamenco interior y exteriormente. El cuerpo se convierte en
vibración sonora y por ello, en compositor de pulso, ritmo y música. A partir de ahí, el
cuerpo está preparado para relacionarse con la música externa a él y con el flamenco.
Está preparado para convivir, con el flamenco, con el cante y con su polirritmia desde su
pulso interno. De esta manera, el cuerpo flamenco, se relaciona con otros cuerpos, y con
elementos musicales flamencos (cante, guitarra y ritmo), para componer su propia música
en el momento, la música flamenca.

B: Como mencionaba en la exploración del código abierto, trabajamos también desde el
silencio, lo aleatorio también fue algo que se propuso, lo tradicional o lo literal. Pero
descubrimos que tener una base ayuda a mantener un tono energético, ayuda a mi estar.
En este caso la música proponemos se acerca hacia la percusión, una mezcla entre
ritmos caribeños, afrodescendientes, jazz, los cuales por momentos ayudan a
rompimientos y permiten que la convivencia con ella sea interesante.
Pero debo decir que en la constante práctica del código abierto nos mantenía en un nivel
de orden, es decir, existía la posibilidad de la subdivisión progresiva pero dentro de una
regla. Entonces me preguntaba ¿cómo romper nuestras propias reglas?. Y pensé y probé,
bueno puede ser en lo involuntario, en el descontrol, ya que ésta la música que me
ayudará a regresar a un orden. El descontrol lo relaciono con el desequilibrio; en este
caso la danza contemporánea ha explorado mucho en ese campo, pero siempre como
efecto kinético y visual, pero no sonoro.

El duende, ¿con qué lo conectas?.
K: (Canta). 


Carnavalito del duende:
Yo te quiero querer
Vos te haces de rogar
Pero bajo la higuera
En una siesta me encontrarás
Aritos te daré si los puedo robar
Con mi mano de lana vidita te voy a acariciar
Aritos te daré si los puedo robar
Con mi mano de lana vidita te voy a acariciar

No te me quieras ir
Voy al monte a buscar miel
Dulzuras quiere el amor
Cuando lo hacen padecer
Mintiendo, mintiendo
No te me quieras ir
Voy al monte a buscar miel
Dulzuras…

En el norte de Argentina, hay una creencia popular que reza que en las siestas, cuando
todo duerme se pueden ver al duende jugando bajo las higueras. Se dice que tiene una
mano de lana y otra de plomo y que si juegas con él te arriesgas a que te dé con una o
con otra. Para mí el flamenco no ha sido todo camino de rosas. Perseverar dentro del
zapato y vencer el miedo a zapatear han sido para mí los golpes de plomo del duende.
Pero ay! cuando te toca con su mano de lana, qué dulce! Qué divertido! Me siento de
nuevo una niña, la niña que antes de razonar, ya bailaba. Creo que es lo que me atrapó
del flamenco.

M: A mi conecta con el presente. Con la vibración del movimiento, dejarlo ser y durar.

B: Yo encuentro en el duende esa manera de poder también sublimar todo lo que sucede
en nuestros cuerpos. Es así que por medio del desequilibrio, tal vez puedo encontrar algo
que aún desconozco de mi.

C: También me conecta con el momento presente, y profundizaría que esto se da en el
espacio interior y exterior de mí misma que es el mismo. En ese momento la sintonía con
los demás se alinea y sucede la magia que hace que todos los presentes con vivamos y
experimentemos el pulso, el ritmo, el espacio, la vibración, la espiralización en la misma
dirección. Gracias a la investigación con Les Empiricxs alrededor del flamenco, me acerco
y rozo constantemente esos parámetros que hacen que el duende suceda.

L: Personalmente me permite ser yo y a la vez no serlo. Es decir, me sirve como comodín
de activación de otro ser y desactivación del Ser Lara. A nivel mental me ataja mucho el
cambio de estado. Me facilita el tránsito a la vez que me aporta información que igual por
mí misma no llegaría. Me ayuda a despojarme de mis bloqueos o tendencias y me abre
las puertas “al probar”.

R: Con lo que yo entiendo como; escuchar el aquí y ahora y disfrutarlo. Sin tapujos sin
complejos. Presente.

¿Pero esto no les lleva lejos del flamenco?

C: Muy al contrario, “Saca el cuerpo a pasear” me acerca cada día al flamenco y me
conecta cada vez más a él. Experimentar “Saca el cuerpo a pasear” me reafirma conmigo
misma y con mi relación con el flamenco. Me hace sentirme más cerca y más conocedora
del mismo. Además, “Saca el cuerpo a pasear” ha enriquecido tanto mi visión y mi cuerpo
flamenco, que me ha posibilitado enfrentarme al resto de mis experiencias flamencas con
seguridad y convicción de lo que soy.

K: “Saca el cuerpo a pasear” es una hibridación que tiene vida propia, a veces se acerca
y a veces se aleja, como el pulso. Yo no quiero estar cerca del flamenco todo el tiempo,
no lo resistiría, también necesito bailar tango, salsa, ballet, y claro danza contemporánea
descalza che!.

L: Yo no creo alejarme. Creo que es otra forma de adentrarse en el flamenco. Pero no me
aleja, simplemente es otra perspectiva.

R: Creo que esencialmente me acerca mas que en mis practicas diarias y estructuradas,
por que con saca el cuerpo puedo trascender y viajar y dar forma a muchas fantasías.

M: A mi me lleva a un sitio donde me apetece ir. Si se aleja del flamenco no me importa,
pero no lo analizo como tal, para mi todo es movimiento, bueno para mi todo es física y
movimiento.

B: En efecto, a mi me lleva a otro estado, a otra cosa que aún no puedo nombrar. Me
lleva a algo bastardo que por fortuna me rebasa. Me ayuda un poco a mirar de manera
compleja como se conecta todo lo que intento desarrollar en un tiempo, en un espacio en
concreto y en mi cuerpo. Siento eso mismo cuando transito por el zapateado y su
circulación arterial, por la espiral del movimiento y su circulación venosa. Y que a través
de sus consecuencias aún no soy capaz de determinar del todo. Lo que puedo
experimentar durante el trabajo es sentirme no solo estar en el flamenco, sino que se
revuelven muchas mas memorias viniendo a mi danzas folclóricas, danzas del campo,
danzas de otras latitudes que tal vez solo observe, que tal vez solo bailé alguna vez. ¿Y si
es que me aparto del flamenco?. Me parece muy bien.

¿Crees que esta escucha les ha develado algo?

R: Nada que en realidad no sepa, pero me cuesta recordar. Darle valor a tu propia mirada
del “Flamenco” a la práctica y estudio que estas aportando actualmente junto con tus
compañerxs.

K: “Saca el cuerpo” me afina en muchos sentidos, en el trabajo de grupo, de colectivo.
Escuchar cuándo sales de casa para compartir tus invocaciones y componer con les
compañeres: Me ha dado herramientas como el “código abierto” que utilizo fuera del
“Saca el cuerpo”, en mi trabajo cotidiano, esto me devela algo que nace cada vez que se
activa el dispositivo y la posibilidad de constante investigación.

M: A mi se me ha confirmado que estoy en el camino correcto.

L: Con esta entrevista, muchas cosas. Empezando por el hecho que he tenido que buscar
información sobre el contenido aquí tratado para poder expresar y argumentar bien lo que
pienso, así como a dilucidar y afinar mi propio pensamiento y la perspectiva que tengo en
la materia. He aprendido y se me abren nuevas cuestiones. Hoy sé un poco más sobre
mí.

B: Claro, ésta escucha me ha develado mucho, esta escucha me ha develado que mi
cuerpo se revela, lucha y sigue buscando motivos para seguir bailando, para seguir
creando y sobre todo para seguir enseñando. En mi presente, casi por graduarme como
pedagogo en danza. Esto hace replantearme desde cuál lugar deseo seguir transmitiendo
la danza, desde qué lugar quiero hacer mi danza y cómo lo está buscando mi danza.

C: El flamenco empiricx y “Saca el cuerpo a pasear” me han descubierto a mí misma y mi
relación con el flamenco. En el pasado, esta relación estaba frustrada y gracias a esta
profunda experiencia que concibo infinita, he podido establecer una relación propia en mi
manera de danzar y pensar el flamenco que me permite vivirla de manera positiva y
ampliando constantemente sus posibilidades que me sirven como herramientas para mi
vida diaria. Además, me ha desvelado las fuertes posibilidades del trabajo en colectivo.
Gracias al trabajo en grupo, me he enriquecido del cuerpo y del pensamiento de mis
compañerxs, y eso me ha permitido llegar a territorios más lejano que ni siquiera sabía
que existían. “si quieres llegar rápido camina solo, si quieres llegar lejos, camina
acompañado”.

Gracias a vosotrxs.
K, L, C, R, M y B: Gracias a vosotrxs.

*Ésta entrevista se realizó en ningún espacio físico, ni en ningún espacio
localizable, ésta entrevista no pasó, ésta entrevista se compuso a sí misma el 30 de
Marzo del 2020 durante la primera quincena de cuarentena de Covid_19 en el Mundo Global.

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