Yo ante la grabación de unx empiricx.



Hay gente que tiene más facilidad que otra para colocar su cuerpo y su mente en el lugar adecuado para bailar. Hay gente que es más rápida en colocarse en el estado físico y mental necesario para bailar. Hay gente que es inmediata. Hay gente muy hábil en la separación de su estado emotivo y su estado productivo.


Yo no........


Estos días más que nunca me he dado cuenta de cuánto me afecta el cómo me siento a lo que hago o a lo que quiero o tengo que hacer. He de decir que pensé que iba llevar mejor el estar confinada. Los primeros 15 días los pasé en Barcelona. No los llevé muy mal.

Allí estaba con mis dos compañeras de piso. Entre la compañía, los challenge y las series se pasaron las primeras dos semanas. La situación era incierta y aún no se era muy consciente de la gravedad del problema ni tampoco cuánto se iba a alargar.

En el salón del piso, grabé el primer vídeo. Llevaba una semana sin bailar y aunque me costó ponerme con el ejercicio rápidamente entré en la dinámica y lo hice.

Sin juzgar mucho el resultado si noté que el cuerpo estaba algo agarrotado, poco flexible y con la energía un tanto estrujada. Me sentó bien al cuerpo. Tanto que después me quedé improvisando un poco más en mi habitación.

El 28 de marzo me vine a Galicia.

La cosa parecía que iba a alargarse y mis compañeras también estaban planeando marcharse. Hablé con mis padres y decidimos que era la mejor opción. Tenía la posibilidad de estar asilada en casa las primeras 2 semanas por lo que así lo hicimos y durante el viaje tomé todas las medidas de protección necesarias.

La segunda grabación me tocó grabarla un día que estaba especialmente motivada. Creo que en el resultado se notaron mis ganas. De los tres vídeos es en el que más tiempo invertí. Sin embargo, a nivel de ejecución no es el que más me gusta.

La tercera del 15 de abril ha sido la más dura. Estuve 4 días con Dolores de Cabeza muy fuertes que no me dejaron hacer nada. De hecho, tenía que grabar el vídeo uno de esos días y no fui capaz. Estaba muy cansada y me costaba la vida incluso levantarme del sofá. ¿Pero que me pasa? Creo que los bailes que me eché con mi madre me levantaron el ánimo y el dolor fue remitiendo en 2 días.

Después de esto fue cuando tuve que grabar los vídeos. Creo que fue la vez que más fuera de mi estaba. Y realmente no tenía ningunas ganas de ponerme a bailar. Pero me obligué. Me obligué a respirar, a concentrarme y a hacerlo. Lo repetí unas cuantas veces y a medida que lo repetía me sentía mejor, más animada y estaban saliendo materiales interesantes para mí.

Lo curioso es que jamás me encontré muy motivada a hacer los ejercicios, pero la sensación de después de haber bailado es maravillosa e incluso reconfortante. La de beneficios que permite el movimiento, pienso. Algo que me parece curioso es que se refleja totalmente en la ejecución de las improvisaciones la energía, el estado o las ganas con las que cogemos la tarea. El estado mental afecta al cuerpo más de lo que pensaba. Y el movimiento del cuerpo puede cambiar el estado mental y emotivo de una persona con más eficacia de la que creía. Lo difícil es permitirse que ocurra o tener la fuerza para obligarse a que ocurra (depende de cómo se mire).

Sin duda estas prácticas me están ayudando, mucho. Más de lo que pude pensar en su momento. Igual que el bailar todos los días, mi tabla de ejercicios y mis respiraciones. Me ayudan a tener un objetivo y por lo tanto una motivación.

Gracias Empircxs. Quizás no salvemos literalmente vidas, pero nos damos una razón para salir de la cama.

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