EL TIEMPO DE LOS EMPÍRICXS


De cómo Les Empíricxs han transitado mi cuerpo en este tiempo de confinamiento…

Mi cuerpo fue confinado como una obligación. Un límite sucedió súbitamente y colocó  al cuerpo en un espacio físico limitado particular: en casa.

¿Quién era yo? ¿Cuál era mi cuerpo en ese momento? Memoria de un cuerpo. Recuerdo un cuerpo pasado, un cuerpo danzante, un cuerpo reflexivo, un cuerpo que contenía mi pasado, un cuerpo que proyectaba hacia la expansión futura, un cuerpo interesado por el espacio interior y exterior (que es lo mismo), un cuerpo en hibridación, un cuerpo capaz de componer, un cuerpo capaz de interpretar, un cuerpo valiente con ganas de oler y saborear sus propios límites, un cuerpo empírico.

¿Qué va a suceder? Me cuestiono con los Les Empericxs. ¿Qué le va a suceder a nuestro(s) cuerpo(s) a los que se les ha suprimido el espacio? ¿Cuál va a ser la relación de estos cuerpos con el mundo?
Comenzamos a trabajar.
¿Qué son Les Empíricxs? ¿Qué hacemos? ¿Cómo nos relacionamos?  ¿Qué relación tenemos con el flamenco?  ¿Por qué somos empíricxs?
Rápidamente la entrevista empíricx de nuestro querido Bruno nos pone firmes y nos hace tomar conciencia y plantearnos los fluidos reflexivos que circulan alrededor de nuestro colectivo.
Ponemos las cartas sobre la mesa: somos nosotrxs, somos nuestros cuerpos, somos nuestra palabra, somos vibración, somos ruido, somos apropiadorxs, somos experiencia, somos comprometidxs,  somos salvajes, somos bastardxs, somos inquietxs, somos nuestro pasado y somos nuestro destino incierto.

Para mí, la verdadera emoción, se esconde debajo de la piel. Leernos y escucharnos a través de una cámara, poder descubrirnos a través de nuestras voces titubeantes, hace que mi vibración interior se estimule y traspase mi piel, me emociono… Gracias empíricxs… Por un momento sentí que éramos poetas…

El tiempo se desliza en casa. Estoy en Granada en un piso que no tiene balcón, pero los empiricxs se han colado por entre las paredes y han creado un espacio interior en mi casa en el que me acompañan. Se están haciendo  hueco.

El tiempo de la ninfa. Una de las maneras más bellas que mi humilde conocimiento me ha dado es llamar a la danza a través de la invocación de la ninfa en nuestros cuerpos.
Invocar (según la RAE):”Llamar en solicitud de ayuda de manera formal o ritual”.
Imagen del grupo de compositores Les Six

Retomamos el trabajo que ha caracterizado la investigación empírica durante toda su existencia: el cuerpo de Belén Maya. (Me atrevo a admitir lo estimulante que ha sido este cuerpo para mí, es el cuerpo de la hija de Carmen Mora, una de las bailaoras que investigo en mi obra personal Bailes de Histéricas…)
Invocamos o solicitamos ayuda de la ninfa: ¡Belén, ven a nuestros cuerpos! ¡Belén, acompáñanos en estos tiempos de incertidumbre a bailar y descubrir el universo!
Belén siempre está ahí. Pulso, ritmo, forma, transitarnos para re-descubrirnos confinados pero confiando en nuestros cuerpos.
La transfusión del cuerpo. El cuerpo de nuestra ninfa Belén atravesado por su pulso y por su ritmo va pasando de empíricx a empíricx, de casa en casa, de habitación en habitación, de vídeo en vídeo… ¿Quién es quién? ¿Qué me llega? ¿Qué me quedo? ¿Qué me queda?

La ninfa se ha convertido en un duende que vive  conmigo en Granada. Nos acompaña todo el tiempo, y cuando la necesito se mete en mi cuerpo y me conecta con mi danza y con mi flamenco.
No quiero ni puedo imaginar mi destino. La incertidumbre se apodera de mí, y no me queda más remedio que rendirme a ella.
Soy un cuerpo afortunado. ¿qué puedo hacer para llevar esta situación de la mejor manera posible? NADA.  Secreto: he descubierto que dentro de esa nada, hay huecos que habitar para estar conmigo misma y con la ninfa  (que a la vez es todxs nosotrxs). En esos huecos se puede respirar.

Afinando la ninfa. Los espacios  comienzan a crecer y a  desarrollarse milímetro a milímetro, dentro de mi casa y dentro de mi cuerpo.

Mi cuerpo se dirige hacia la presencia y al mismo tiempo, conecta y empatiza con los cuerpos de mis compañerxs empíricxs.
La ninfa se afina, se vuelve más perfeccionista y precisa, y afina los parámetros de su/de nuestros cuerpos. La  ninfa nos afina, y nos hace más rigurosos. Nos hace aumentar nuestra conciencia y ampliar así, nuestros cuerpos, nuestros pulsos, nuestros ritmos y nuestras formas.
Como consecuencia, aparece de manera brillante y luminosa el universo infinito de cada uno de les empíricxs.
Pero atención! Todo está compartido! Soy a la vez Raúl, Meritxel, Lara, Bruno y Karen. Soy ellos y ellos son yo.
Hemos creado un cuerpo collage. Invocamos a la ninfa para sacar nuestro cuerpo collage a pasear. Aparece la poesía.

Era inevitable, la reflexión del cuerpo y la obra artística se han dado la mano.

¿Qué es lo relevante?

Soy cuerpo que respira. La ninfa atraviesa nuestros cuerpos, nuestros cuerpos atraviesan a la ninfa, y entonces, sucede el acontecimiento.

Bendita invocación.

Ballet ,croquetas, Borges, Stravinsky, yoga, zumo de naranja, flamenco, inglés, John Cage, Netflix, sol y luna.

Gracias mis empíricxs, sumergirme con vosotres en esta incertidumbre me ayuda a permanecer en este momento pre-transformación antes de pasar al otro lado…




Carmela Muñoz

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